¿Qué es lo que nunca queremos que pase? Pues una lesión grave. Hay lesiones de lesiones. Una caída que provoca un raspón, un golpe, una sobrecarga muscular, fatiga, etc. Pero las lesiones graves son las que toda persona que practica alguna disciplina deportiva, trata de evitar.

El fin de semana pasado, Gabriel y Felipe tenían en su plan de entrenamiento hacer 3 tramos con la bici al hombre (preparándose para Carara). Y para esto se fueron al downhil del Éxtasis. Los que no conocen este downhill es por las eólicas por un trillo a la izquierda. El nombre no le hace mucho mérito, para mi gusto debería de llamarse el atentado por que es bien empinado y en partes la calle no existe por los barrancos.

Los hermanos Bazo decidieron hacerlo uphill, pues el terreno se prestaba bastante para hacer los tramos con la bici al hombro. Todo iba bien hasta el momento, duraron aproximadamente 55 mins subiendo por ahí para llegar a las eólicas. De ahí tomaron ruta hacia Tabarcia, Felipe había pasado por ahí hace unos cuantos años. El terreno es bien empinado, con barro de olla, como popularmente le decimos, terreno que hay que atacar cuidadosamente.

Empezaron el descenso, Felipe se fue adelante. Unos cuantos metros fueron suficientes para recordarle que bajara con cautela. Unos 400 mts mas adelante el agua había formado un caño por el medio de la calle, no era nada profundo ni complicado. Al pasar el caño, la llanta delantera se fue resbalada por el caño, con Felipe incluido, no iba rápido, al contrario, trato de pasarlo lo mas cuidadosamente posible. El caño era puro barro sin piedras lo que dificulta mas la tracción en ese terreno. No fue una caída aparatosa ni fuerte, no como para pensar que fuera algo grave. Gabriel venía unos cuantos metros atrás y vio toda la faena. Al levantarse se sintió un poco extraño y con mucho dolor en su brazo izquierdo. Gabriel, como buen hermano mayor, le decía que moviera el brazo, que de fijo no era nada grave. Pero el dolor si era bastante fuerte.

Debido al fuerte dolor, Felipe decidió devolverse a su casa. 10 mins después de la caída el dolor era más fuerte, a duras penas se pudo quitar la camisa para revisar si tenía alguna herida, pero no tenía nada. En sus casi 5 sentidos decidió bajar eólicas para no tener que llamar a sus padres a que lo recogieran en las eólicas. Cuando llego a Santa Ana, escoltado por Gabriel, siguieron pedaleando hasta su casa (Escazú). Gabriel siguió su plan original para cumplir con las 5 hrs de entrenamiento que tenía en su calendario para ese día. Una vez en su casa, Felipe se bañó, pero el dolor cada vez era mas fuerte. Fueron a que lo revisaran, le hicieron una radiografía y el resultado fue el que nunca queremos escuchar, fractura de clavícula.

Las recomendaciones del médico fueron 1 mes de reposo absoluto, en 15 días una revisión para ver como va avanzando. En un mes se puede montar al rodillo para volver a agarrar ritmo y si todo sale bien en 2 meses podría estar montando MTB otra vez.

Yo que conozco a Felipe y se lo apasionado que es del MTB, no me puedo imaginar lo que paso por su mente cuando le dijeron que se había fracturado. Pero también se que va a volver mas fuerte que antes y desde hoy le mandamos las mejores de las vibras para que se recupere pronto y que salga de esto lo mas rápido posible.

Cuando vuelva, ahí estaremos a la par de él para apoyarlo y para ver si por primera vez en la vida soy mas rápido que el (tal vez no). Felipe, fuerza, y para adelante siempre, las cosas pasan por algo y mejores frutos vendrán.

ELENGA.