Lo más satisfactorio de salir de una lesión es poder volver a entrenar. Siempre queda un pequeño temor al empezar, pero con el pasar del tiempo se supera. Hace varias semanas Felipe viene usando el rodillo para no perder tanto el ritmo durante de su lesión. Semanas atrás empezó a salir a la calle con mas frecuencia. Este fin de semana pasado, Gabriel se lo llevo a hacer la primera parte del día 2 de la Ruta de los Conquistadores, las famosas Huellas, Tierra Blanca, El Sanatorio, Zacate Velcro y San Juan de Chicuá.

Hace 2 meses que Felipe se accidentó y su clavícula se llevo la peor parte. Quien diría que a el día de hoy, ya esta andando en bicicleta otra vez. Bueno, las ventajas de estar en los primeros años de su segunda década de vida. La facilidad de recuperación y su constante actividad física son resultado de su rápida recuperación. Me acuerdo perfectamente cuando hablé con Felipe y me dijo que iba a hacer caso a todas las indicaciones del doctor para poder montarse en la bicicleta lo más rápido posible. Creo que este es el mas claro ejemplo de disciplina que nos da Felipe, 2 meses después y ya haciendo reconocimientos de la ruta.

Gabriel, decidió hacer este recorrido por que podían bajar por carretera de asfalto, así la clavícula de Felipe no sufría mucho a la hora del descenso. La ruta que hicieron es la que casi siempre se hace para la competencia, algunos años varía un poco pero por lo general siempre se subía por Huellas. A excepción del año pasado que fue un poco mas complicado, por que lo hacía subir a uno, para luego bajar a un hueco y volver a subir de nuevo (no es queja, pero me acorde lo duro que fue salir de ese hueco).

Al final del recorrido hicieron 60 kms en aproximadamente 4 hrs. Gabriel ya conocía el trayecto porque años atrás había acompañado a Lulo y Jose en ese reconocimiento. Fue para el año que Jose hizo la ruta. Por el otro lado, Felipe conocía cierta parte hasta Llano Grande, de ahí en adelante era todo nuevo para él. Cuando llegaron al Zacate Velcro, la disminución en los entrenos de Felipe le pasaron la factura, y como dijo el mismo “ya iba reventado.” Al llegar a San Juan de Chicuá, el clima característico de la zona los recibió con los brazos bien abiertos: frío, neblina y llovizna. Clima “perfecto” para bajar.

Pasó la prueba Felipe con su lesión, buenas sensaciones se llevo de vuelta a su casa, ambos reconocieron el terreno y el clima. Detalle sumamente importante ya que el primer día de la ruta, el clima es completamente diferente al día 2. Experimentaron los que es pedalear a mas de 2000 mts sobre el nivel del mar por mas del 50% de toda la subida. Y lo mejor de todo es que volvieron a salir juntos a entrenar.

Bienvenido de vuelta Felipe.

ELENGA.