Durante la semana no me había sentido 100% cómodo. Había algo en mi que me mantenía un poco preocupado. Claro, tener que salir a correr 10 kms después de andar en bici nunca había estado en mi panorama normal de actividades físicas. Pero ya no había para donde agarrar, ya lo que se entrenó, se entrenó y no había manera de quitarse. Conforme pasaron los días ese sentimiento iba y venía. Por ahí del jueves, hablando con Cristian, me preguntó como me sientía. Y lo primero que se me vino a la mente fue responderle que yo iba a ir a disfrutar la carrera, era una nueva experiencia y no me iba a preocupar por algo que no conocía, así que mi meta era disfrutarla al máximo.

Haciendo la matemática durante la semana, y proyectando un poco mi ritmo de ciclismo y mi ritmo de corrida (soy bien lento), me hice un pronóstico de lo que podía durar, esperando que el panorama fuera perfecto y que todo saliera bien. De igual manera lo hice con la comida, que llevar en las botellas, cada cuanto tomar pastillas de sal y cuando comerme los geles. Ya todo el plan de carrera estaba listo, nada más esperaba que funcionara bien.

Sábado 1pm me topo con Krystel (compa de toda la vida que hace Tri hace unos cuantos añitos ya). Con ella venían Bryan, Josh, Diego y Karina. Todos nos íbamos a quedar en la misma casa en Quepos. Almorzamos y nos fuimos para la casa.

4pm salimos rumbo a la marina, ya Daniela (la nadadora estrella) había retirado nuestro paquete. El resto teníamos que ir a dejar la bici a la zona de transición. Era inmenso, la cantidad de bicicletas era demasiado, 1127 atletas inscritos, esto iba a ser una competencia muy bonita. Pasamos un rato ahí en la marina, yo me puse desacuerdo con Daniela de como era toda la dinámica de la nadada y la transferencia del chip y listo, para la casa a descansar.

8 pm, cena de pasta para cargar energías. Ya todos hablamos alistado las botellas y todo lo necesario para la competencia. Llegaron otras personas, amigos de los que estaban en la casa y cenamos juntos. Fue un momento agradable para despejar un poco la mente.

9:25 pm, me suena el teléfono, un compa del barrio, estaban celebrando un cumpleaños y me reclaman porque no fui. Pues la respuesta es muy obvia, no me invitaron. Fue una llamada divertida, hace tiempo no hablaba con ellos y fue bonito recordar viejos tiempos y despejar mas la mente de lo que se venía para el día siguiente.

Domingo 3:45 am suena la alarma. Levántese, póngase el traje, aliste todo que hay que ir a la zona de transición. Desayuno lo que puedo desayunar (la comida no me baja tan temprano en la mañana).

5 am, vamos camino a la transición, cuando me doy cuenta que deje el bolso con las herramientas de la bici en el carro, me devuelvo y decido llevar la hielera y dejarla con un compa que iba a dar asistencia. Recojo la hielera, echo las botellas adentro, me voy donde el compa y luego a la zona de transición.

5:45 am. Me topo a Cristian, me quedo hablando con el, vacilando. Minutos después, en entra la duda. ¿Saqué las botellas de la hielera?. ¿Las puse en la bici?. Trato de hacer memoria y no me acuerdo. Me dice Cristian, vaya traigalas. No era opción, Transición estaba cerrada y la hielera estaba como a 800 mas de ahí. Error de novato. Estaba un 94.87% seguro que no tenía botellas. En mi mente tengo un plan B por si no estaban en la bici.

5:50 salida de larga distancia, minutos antes hable con Daniela los últimos detalles, le di mi bendición y ella se fue a la zona de salida de la natación.

6:30 am sale distancia estandar. Estoy vigilando la salida para ver a Daniela y calcular los tiempos de salida y activar un poco el cuerpo para no estar frío.

6:35 am Daniela al agua, empezó al fiesta, ahora si.

6:50 am se vino la lluvia, fuerte, y con ella se enfrió Quepos, aunque suene raro, pero si, estaba frío Quepos, creo que por la poca ropa que anda uno mas que todo.

Eran pasadas las 7 am y Daniela sale del agua, le pregunto como le fue y me dijo que estuvo complicado eso, el mar estaba muy picado y la salida se le complico un poco, pero la labor estaba cumplida, ahora estaba todo en mis piernas y mi cabeza. Le doy las gracias, le quito el chip y empieza la cosa.

Fuerte aguacero, me dirijo a la bicicleta y en efecto, no hay botellas, plan B en ejecución. A todo esto, tampoco lleve el bolso con las herramientas, que en un principio era lo que iba a recoger al carro, entonces no tenia ni repuestos, ni inflador, ni botellas. Novatada rajado.

Plan B, básicamente era salirme de la carretera e ir donde mi compa con la hielera a que me pasara las botellas. Cuando llego y le explico me dice: “Mae, pero ud ya empezó la competencia”, pues si. Me ayuda a bajar la bici por que hay un muro de 2 mts que separa la calle con el malecón. Me monto y empiezo a cletear.

Por ahí del KM 12 en bici, encuentro un grupito que va pedaleando parejo, a mi ritmo, no quería desgastarme mas de la cuenta para llegar entero a correr. Al final, del grupo solo quedamos 2 hasta el KM 30. La lluvia no paraba, al contrario, llovía mas fuerte, no se veía muy bien con anteojos, pero no usarlos era peor, la combinación de lluvia y tierra de calle no es muy agradable.

KM 20, retorno, y las ganas de orinar aparecen, muy intensas. Me puse a filosofar en media cleteada. Estaba lloviendo, estaba mojado, pues que mas daba orinarse ahí. Tres intentos fallidos y tuve que parar en el km 30 para orinar. Ahí fue donde perdí la rueda le compa.

Hice mis necesidades y me pasa un mae en bici de crono, apreto un poco el paso y me le pego, reviso velocidad, bien, reviso ritmo cardiaco, bien. Vamos a seguir atrás del compa. Me le fui a rueda como 6km, ahí vi el ritmo cardiaco subir un poco y decidí regularme. Ya había recuperado bastante terreno, inclusive pase al compa con el que me fui casi que la mitad del recorrido.

Entramos a Quepos y el ambiente se sentía, la lluvia no opaco ese punto. Revise el reloj y vi que hice unos cuantos minutos menos de lo que tenia proyectado, íbamos bien hasta el momento. Entre a transición, me puse las tenis, limpié los anteojos, tenia una de las botellas por la mitad y me la lleve, me comí un gel y empecé la parte que me tenía mas preocupado.

Deje la botella donde el compa con la hielera para que se enfriara, la idea era tomarme eso cuando pasaba por ahí en la segunda vuelta (sería faltando unos 3 kms aproximadamente). Revisaba el pace, iba muy bien, no sentía ningún síntoma de agotamiento hasta el momento en los primeros 3 kms.

En el camino escuchaba mi nombre y lograba saludar de vuelta. Esponjas de agua fría, LA MARAVILLA nunca antes conocidas por mi persona. A pesar de que el clima estaba en perfectas condiciones (es mi opinión) se sentía la diferencia con esas esponjas.

7km, llegue de nuevo a la botella. Paré en seco, y casi me voy de frente, me tuve que agarrar de un poste para no caerme, me tome la botella, me preguntan como iba. Hasta el momento todo iba fluyendo perfecto, me sentía bien, no estaba agotado, las piernas me reaccionaban y no había síntoma de fatiga por ningún lado. Otra esponja en la cabeza, y siga que hay que cerrar.

En esos últimos kms iba revisando el pace constantemente a ver si haciendo cambios de ritmo mi cuerpo respondía bien. Y si lo hizo. Apreté un poco el paso, me tope gente que lo único que incitaban era a correr mas fuerte, y así lo hice, estaba sorprendido de lo que mi cuerpo estaba logrando, corría con piel de gallina, las emociones estaban a flor de piel, cada vez que veía el reloj me sorprendía mas, hasta el momento estaba logrando pace que nunca antes había logrado, y esto, después de rodar 40 kms en bici.

Últimos 400 mts, veo gente adelante y digo, los puedo pasar, apresuro el paso, los adelanto. Estoy corriendo con el corazón en ese momento, ya no me acuerdo de las piernas ni de nada, estoy en shock de ver lo que estoy haciendo. Giro a la izquierda y veo la meta y al fondo a Cristian con su celular grabando. Me auto felicito, me doy mi palmadita en la espalda imaginaria y paro el reloj.

Termino con la gran satisfacción de poder hacer este tipo de cosas, pero mas que todo por que me salí de mi zona de confort y logré lo que nunca antes había logrado. Logre correr a un pace que jamás en la vida había imaginado poder mantener en esa distancia y sobre todo por que baje 15 mins a lo que tenia proyectado hacer. Me tope gente que he conocido gracias a esta página, apoyando y brindando ayuda. En lo personal, escuchar el nombre de uno en media carrera me dio un empuje adicional para lograr esto. Eternamente agradecido con John de VidaFit, Migue de MacSports, Sergio de CRPRO, Krys, Bryan, Diego, Josh y Karina (los roomates del finde), Cristian, Raque y Karo. Pero en especial a Daniela por apuntarse a esta loquera y ayudarme a cerrar este año con esta carrerota.

Salgase de su zona de confort, se sufre, si, pero se gana mas.

ELENGA

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