Llego el tan esperado día. Tantas cosas pasan por la cabeza en ese momento que no hay tiempo para ponerse a pensar solo en una. La noche fue buena, pude dormir bien, sueño parejo y sin ninguna complicación. En lo personal, estaba muy impresionado de lo tranquilo y calmado que estaba previo al reto mas grande de mi vida deportiva.
3:00 am. Suena la alarma, reviso el teléfono (rutina de todos los días). Voy al baño, tomo un poco de agua, agarro un cangrejo, me lo como, empiezo a tomar hidratante, voy al baño de nuevo. Sigo tomando hidratante, me como otro cangrejo. Le pongo un poco de carbomax al hidratante y sigo tomando. Monto las cajas (1 con repuestos y herramientas y otra de comida), la hielera, la bicicleta y los maletines. Sigo tomando hidratante. Ultima revisada de que todo este listo y nos vamos al hotel donde sale la carrera.
4:45 am. Ya en el hotel, ultima probadita a la bicicleta, sigo tomando líquidos. Pongo las botellas, el camel va en el carro y me lo pongo en Bijagual para entrar a Carara. Ya esto estaba entrenado (subir a Bijagual era mi rutina de fin de semana). Ultimo grito de ánimo de José (el que me asistió durante el día 1) y listo. Entro al hotel y se nota el ambiente, todo el mundo corriendo para tener todo listo. Me dirijo a la playa, ahí es donde sale la carrera, una parada para orinar antes de salir. Me topo a los compañeros del equipo. Una foto de rutina (no podía faltar).
5:15 am hora de inicio. Nos indican que hay un atraso de varios minutos. Aprovecho para ir a orinar otra vez, esta vez por nervios mas que necesidad. A lo lejos se oye un helicóptero. Yo como novato en la ruta no sabía que sin helicóptero no empieza la ruta. Un par de pasadas por la playa, todo el mundo gritando y saludando y dan salida a La Ruta de los Conquistadores 2018.
Los primeros kms eran en salida controlada, en la calle frente al MaxiPali nos detuvieron unos minutos, donde orine otra vez, y empezó oficialmente la competencia. Nos esperaban unos 4 kms entre planos y cuestas leves, hasta llegar a la catarata para empezar a subir 5kms para llegar a un plano falso antes de Bijagual. Mi plan de carrera era llegar en 2 hrs a Bijagual a lo mucho, pero la subida estuvo amena y en 1:30 ya estaba montándome el camel para entrar a Carara.
Carara. Hace muchos años entre ahí y no sabía lo que era. Fue mi peor experiencia en una bicicleta (algo así como lo que le paso al Lance ese mismo día 1 de la Ruta). Esta sección siempre fue un trauma y algo que trataba de evitar a mas no poder. Era la parte que mas miedo le tenía a toda la competencia y fue lo único que no reconocí. No quería tener que sufrir eso mas de una vez y por eso decidí hacerlo solo el día de la competencia.
Honestamente, esperaba algo mas complicado, si fue un barrial y una sección muy lenta, pero creo que yo iba preparado para algo peor. En hora buena para mi y para mi plan de carrera, por que salir de ahí sin haber tenido el primer colapso mental creo que es ganancia.
Lagunas – San Pedro. Creo que esta sección pudo ser una de las mas duras sobre la bicicleta. Ya era alrededor del medio día, no había una sola nube, no había brisa, el calor era insoportable y era terreno muy seco donde se transitaba. Aquí se necesitaba mucho líquido para poder salir adelante. En Lagunas tuve una leve crisis, pero fue que se me perdió la asistencia, no la encontraba por ningún lado y resulta que estaba un poco mas lejos de lo que yo esperaba, chispas del oficio, nada mas un par de minutos extra, pero todo es experiencia. Aquí me di cuenta que la voluntad de la gente que esta ahí es inmensa, no sobro gente que me ofreciera ayuda, comida, hidratante, agua, etc. La cosa es que no podía hacer loco con eso por que ya eso lo tenia bien entrenado y ya sabía que tenia que comer y que no podía comer. Al final todo salio bien.
Una vez en San Pedro, tenía que bajar la temperatura corporal. Venia con mucho calor, la temperatura estaba fuerte. Jose agarro un paño que tenia ahí, lo sumergió en la hielera y me lo puso en la cabeza. Agarre un par de hielos en cada mano y me los pase por las piernas. Luego agarre otro par y los meti en la licra, en los muslos. Cargamos el camel con hielo y agua, las botellas les quite un poco de liquido y les metí hielo. Iba a entrar a la Pita (lo segundo peor luego de Carara) necesitaba entrar cargado y con liquido frío, el cuerpo me lo pedía.
La Pita – Grifo Alto. El plan era cruzar la Pita en 2hr y media. Eso fue lo que duramos la vez pasada y si todo salía bien esta vez podía durar lo mismo. Empezando a subir me topo unos extranjeros, y todos preguntaban lo mismo, hay mas barro, cuanta subida es, es duro, es como Carara, etc etc. A todos, mi respuesta fue lo mismo, vamos para un mierdero, así que trate de que su cabeza no le gane. Casi toda la Pita la subí con una chica (Vilma, hasta el último día supe cual era su nombre) que me preguntaba cada 25 mins cuanto faltaba para el siguiente puesto de asistencia (estaba saliendo de ahí). Todos los extranjeros, no hubo uno que pasara un buen rato ahí. Fue en ese momento donde me di cuenta la importancia de hacer los reconocimientos. Yo ya sabía cuanto quedaba, donde tenía que montar la bicicleta al hombro y caminar y cuanto mas para salir de ahí.
Últimos 24 kms. Era subir como 4kms sobre asfalto para bajar otro par y desviarse camino a Piedras Negras. Empezó a llover. Fue el primer momento del día que topaba con agua, no fue mucho pero refresco un poco al menos. Ya el camel lo había dejado en el último puesto de asistencia, solamente iba con las botellas. Antes de llegar a Piedras Negras faltaban un par de cuestas, una de las cuales me topo aproximadamente unas 5-6 personas caminando. Al llegar ahí me dije, vamos a ver hasta donde me dan las piernas, pues resulto que me dio para salir de la cuesta pedaleando. En ese momento uno piensa, si ellos caminan, yo voy a caminar también, no pasa nada, pero cuando ya empieza uno a pasarlos, hay algo que no le permite bajarse de la bicicleta, hay que salir de ahí montado, si o si.
Al llegar al Río Jaris, ya uno sabe que esta prácticamente afuera, bueno, faltan 7 kms pero los que conocemos por ahí, sabemos que son llevaderos. Una vez saliendo de esa cuesta del río, antes del cruce, tuve que parar a orinar (me estaba reventando), móntese en la bici y dele para arriba. Trate de que la cabeza no lo joda, decía yo, que la ansiedad no me mate, y que esta condenada cuesta no se me haga eterna. Empece a subir y agarre el celular mientras subía, eso me distrajo un poco, en medio camino se me ocurrió hacer un Live video en Instagram, donde luego me di cuenta que fue todo un acontecimiento en la oficina de mi hermano, eran como 5 personas viendo el video y todos pendientes. En medio video vi que se conecto un compa que los papas viven ahí por el Rodeo, yo le dije vacilando que le dijera a los papas que me preparan algo de comer por que tenia hambre, fue una broma nada mas, 5 minutos después me topo al cuñado de él con 200 galletas, 30 tricopilias, no se cuantas coca colas y cuanta mas comida se puedan imaginar. Lo mio fue una broma nada mas, parece que el hecho de estar en estas competencias durante tantas horas hace que las amigos cercanos estén mas pendientes de uno y las bromas las puede tomar como algo serio. En fin, fue un detalle vacilón antes de llegar a la meta. Siguiendo con la subida. Fueron tantas cosas que me pasaron por la cabeza durante esos últimos minutos antes de llegar a la meta. Desde el día que pague la inscripción, el día que salí a cletear por primera vez después de años y no podía ni caminar despues, el día que le comente a los Piters lo que iba a hacer, el día que fui con ellos a cletear y se arratonaron todos, las cleteadas con los compas del cole cuando teníamos 17 años, las salidas con el Bombeteam, la vuelta al Arenal, la iniciación mía en las eólicas, una subida eterna desde Quepos hasta casi Santa Maria de Dota, Palmarin, 100k Rincon de la Vieja, los fondos en Hermosa, los reconocimientos, los días de rodillo viendo la Casa de las Flores, las eternas explicaciones a todo el mundo que era la ruta de los conquistadores, el cambio de casa, la comida, y muchas otras cosas mas.
Los últimos 30 mts, uno desea cerrar con todo, pero no es necesario, después de todo el calvario que ha pasado, el hecho de llegar sano y salvo al Rodeo es el logro mas grande que puede existir. Pero no termina ahí, el día siguiente hay que estar listo a las 5am en Terramall para subir a los volcanes.
Día 1, gracias por demostrarme de lo que soy capaz.