Siempre que se empieza algo nuevo existe la incertidumbre de que va a pasar. La idea de no saber que es lo que esta adelante genera ansiedad y miedo. ¿Estoy preparado para esto? ¿Será posible terminarlo? Y muchas preguntas mas que pasan por nuestra cabeza. Pero todo esto tiene una respuesta. Hay que intentarlo.

El camino se puede poner cuesta arriba, pero lo importante es tener la serenidad y la paciencia para conquistar esa montaña. Esto aplica para cualquier aspecto de nuestra vida, trabajo, familia, relaciones, amistades, negocios, etc. Pero en este caso, si, les voy a hablar de  MTB.

Tuve una experiencia el fin de semana que me hizo recordar cuando empece a andar en bicicleta, y me transporte 10 años atrás en mi corta vida. Y ahora me veo y yo mismo me doy la palmadita en la espalda de ver lo que soy capaz de hacer. Hace 10 años jamás pensé estar en el lugar en el que estoy ahorita, pero solo el tiempo es capaz de dar esas lecciones de vida.

Hace 10 años tuve mis episodios en bicicleta, de mal humor, tiraba la bicicleta, no la quería volver a ver, la dejaba de usar días por esos episodios donde ya mi cuerpo no daba. Varias veces monte la bicicleta en un carro y tire la toalla, esta bien. Eso no me define como el “ciclista” que era en ese momento.

Lo que me definió fue cuando volví a hacer esas rutas, cuando donde me baje las primeras veces, ahora podía pedalear seguido. Cuando le baje 2 hrs a rutas que había hecho en 5:30 hr y había jurado no volver. Ahí es donde uno entiende que todo en la vida tiene su proceso y no puede querer las cosas en el momento, hay que trabajar por ellas. Pero lo mas importante es disfrutar todo ese proceso largo y tedioso para llegar a donde queremos llegar.

MTB es duro, es complicado, es de mucho respeto, es de conocer la bicicleta y saber jugar con ella, al fin y al cabo, la bici hace lo que uno le dice, es de saber como caerse, cuando no da chance de soltar el zapato. Es de eso y muchas cosas mas. Pero cuando entendamos como funciona todo eso, ahí es donde vamos conquistando esas montañas que en algún momento nos hicieron montar la bicicleta en un carro.

Que yo sepa, a nadie han metido a la cárcel por montar una bicicleta en un carro (si no es que se la robo, obviamente). Mi punto acá es, no pasa nada con montar la bicicleta en un carro o tirar la toalla de vez en cuando. Todos en algún momento lo hemos hecho, o lo vamos a volver a hacer. Hay días buenos, hay días malos y hay días donde el cuerpo ya nos dice “NO MÁS”. Y no pasa nada. La vida siempre nos da revancha.

Así que como se dice “a echar pal saco” y seguir adelante. Seguir disfrutando del proceso y cuando lleguemos a esa montaña otra vez, y la conquistemos podemos decirle “IN YOUR FACE $”%&”%”.

Pa’la siempre gente y disfrutemos del MTB que para eso es.

 

ELENGA

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