Era por ahí de finales del año 2020, diciembre para ser exacto. Estaba todo listo para hacer el último fondo del año. Un año atípico, extraño y encerrado. Pero las ganas de terminarlo con el último ride en bici seguían vivas.

Fueron varios intentos para lograr hacer este fondo, se cambio la fecha varias veces para que todos los que íbamos a participar pudieran. El objetivo eran 200 kms, en el plano de la costa Pacífica de nuestro hermoso país Costa Rica.

El lunes antes de tan esperado evento, que era el sábado, el famoso ELENGA, decidió llevar su bicicleta de ruta a un mantenimiento total, para que estuviera como nueva. Como es costumbre llevamos la bicicleta en la mañana y por lo general para la tarde ya estaba lista. Cuando llegamos en la tarde a recogerla, empezó la novela.

No eran tantos los daños pero si de consideración. Empezando por el cartucho del centro (o bottom bracket), dañado, completamente inservible, en el ciclo no tenían el repuesto, pero ya habían llamado para conseguirlo y venía en camino. Esta no fue tanto la novela en realidad.

Donde empieza la historia de terror es acá. Cuando desarmaron la bocina trasera para limpiarla y engrasarla, la masa/nucleo (free hub) también estaban inservibles, extremadamente sucios, y prácticamente imposible de reparar. El mayor de los problemas es que el ciclo no tenía repuesto, y varios de los proveedores que ellos manejan tampoco.

A todo esto, ya la bicicleta no iba a estar lista para el último fondo del año. Chispas del oficio dirían por ahí, casualidades de la vida, tal vez. No lo se, pero si de algo estaba seguro, era que no me tocaba hacer el fondo de 200km, pero habrá revancha.

Empecé a llamar a cuanto ciclo pude, a comunicarme con compas que cletean para ver si conseguíamos esa parte, o en el peor de los casos una bocina completa que fuera compatible con el aro. Al final un compa Rigo, logro dar con una pieza que podría servir. Un par de días después fui a recogerla y a dejarla al ciclo a ver si servía.

La pieza venia sin las “uñas”, por que fue una pieza que se le cambio a un aro, pero las uñas si quedaron en el aro, entonces estaba huérfana. Un par de días después, me avisan del ciclo que las uñas de mi aro no eran compatible, que la pieza que había conseguido no iba a servir. Cambio de planes, si no lograba conseguir otro “free hub” iba a tratar de conseguir las uñas, ¿por que no? Ya en el peor de los casos sería conseguir otra bocina.

Encontré un lugar en San José que traen bocinas. Fui a ver si tenían las uñas para esa pieza y pues no, aparentemente no eran de la misma marca y no son compatibles. Hablando con el muchacho que me atendió, le explique mi situación, y me comentó que en mi caso lo mejor sería comprar una bocina nueva, o cambiar los aros por algo mas “generico” o fácil de conseguir repuestos.

Como última opción fui donde compre la bicicleta, si ellos las traen ellos deberían de tener repuestos, tal vez esa tuvo que haber sido mi primera opción en realidad. El dueño de la tienda hizo un par de llamadas a la gente que distribuía esa marca, y resulta que ya no la trabajan, o sea, no hay repuestos para aros Devox en Costa Rica. Al final me ayudaron buscando una bocina que si le iba a servir a ese aro (por que en los 17 ciclos que llame, ninguno tenía una bocina de 28 huecos).

Ya tenía el modelo de bocina que necesitaba, lo busco en Amazon, lo encuentro, lo pido y sigue la novela. La pieza viene de china, y la fecha estimada de llegada a USA es entre Feb 9 y Mar 11. O sea casi 2 meses para que llegue a Costa Rica. Y ahí fue donde me desespere un poco y empece a hacer cálculos financieros, buscar opciones y pedir opiniones.

Después de un par de días de análisis, encontré unos aros, con ayuda de Lulo. Haciendo matemática, los aros podrían durar unos 15 días en llegar a Costa Rica, llegarían primero que la bocina. Además los aros eran un perfil un poco mas alto que los originales, lo cual de daba un look un poco distinto a la bici e iban a ser mas aerodinámicos. Sin mucho mas que analizar, compré los aros.

Menos de 2 semanas después, tenía los aros en mis manos. El día después, ya la bicicleta estaba armada y lista para devorar asfalto otra vez. Un mes y 12 días pasaron para lograr tener la bicicleta de vuelta. Antes, solo podía salir en la de MTB, no es queja, me encanta el MTB, pero a las llantas no tanto, mas si se rueda mucho por asfalto (como lo hice la mayoría de veces).

Y así fue como, por falta de mantenimiento (CULPA MÍA) me quede sin bicicleta de ruta por mas de un mes. Dato súper curioso, el día después que me entregaron la bicicleta con los nuevos aro, llego la bocina a mi casillero en Costa Rica… parece que la bicicleta lo que quería eran aros nuevos.

ELENGA