Como dijo Beta en uno de sus videos, para una carrera como ésta de ultra endurance, se tiene que preparar la mente, el cuerpo y la bicicleta. Entrenar sobre la bici no es todo, hay que probar comidas, hidratantes, zapatos, guantes, casco, lentes, y sobre todo que la bicicleta llega en óptimas condiciones.
Para muchos, este proceso empezó hace meses, ya sea para hacer 50, 100 o 160 kms. No importa cual sea la distancia, todos tenemos murallas que derribar para llegar a la meta ese día tan anhelado.
Nuestra historia inició hace unos cuantos meses atrás cuando nos inscribimos. Pero la verdadera novela fue 22 días antes de la competencia. Los entrenamientos iban de acuerdo al plan, ahí no hubo problema. El problema fue la bicicleta. Y no por culpa nuestra, sino por culpa de terceros.
22 días antes llevamos la bici a mantenimiento por que la suspensión delantera no bloqueaba, los cambios estaban un poco desajustados, las llantas no tenían sellador y para que le hicieran un engrase general. Por lo general, la bicicleta dura 2 días en el taller, pero esta vez no fue el caso. La suspensión necesitaba un mantenimiento, y duraron una semana en entregarla. Y aquí es donde empieza el show.
Acto 1: recibo la bicicleta, la pruebo y se siente un poco suave la suspension bloqueada, el día siguiente, salgo a probarla y no bloquea (sigue igual). Le digo al taller la situación y va de vuelta. Me entregan la bici el mismo día y parece que esta bien. Les comento que le revisen la válvula de la llanta delantera por que no esta inflando, el liquido probablemente sello la válvula (eso estaba bien, primer fallo que viene del taller), les comento que montaron la llanta delantera en dirección opuesta (segundo fallo del taller) y que revisen los cambios por que la cadena esta brincando en los piñones 1 y 2 (tercer fallo proveniente del taller).
Acto 2: me entregan la bici, la suspension parece estar mejor, salgo a rodar y 3 mins duro la suspension bloqueada, otra vez el mismo problema, la llanta y la válvula ya están solucionadas. La cadena sigue brincando. Les comento al taller y les pregunto si ellos revisaron la suspension y me juraron que si, cosa que pongo en duda. De vuelta la bici al taller.
Acto 3: esta vez la suspension si se siente completamente diferente, al parecer un resorte del bloqueo estaba dañado, y aquí es donde me pregunto yo que le hicieron las otras 2 veces, al parecer nada, y lo único que hicieron fue perder mi tiempo y mi paz. Me monto en la bici para probar la transmisión y el mismo problema otra vez. Consulto con el mecánico y me dice que 3 personas del taller probaron la bici, y que no había ningún problema, de nuevo me parece increíble que si de verdad probaron, no hayan notado el problema. A lo cual el mecánico me dice que como ellos son tan pequeños y la bici tan grande, no le pueden meter la fuerza suficiente para ver el problema(hablada de $!”#%). Le envío un video y me dice que es desgaste, que no hay nada que hacer, que hay que cambiar piñon, que ya se pone a buscar el repuesto para cambiarlo. Y ahí lo frene y le dije que gracias por sus servicios, pero que no podía seguir en esa novela por ineficientes.
Acto 4: como no me creí mucho ese cuento del piñon, mande el video a un chat de cleteros y pregunte si alguien sabía por que podía pasar eso, a lo que inmediatamente un compa me dice, revise el power link, a veces pasa eso cuando lo ponen al revés. Dicho y hecho, el power link estaba mal colocado, lo puse de la manera correcta, y problema resuelto. Era mi deber echarle en cara al mecánico su falta de capacidad y procedí a enviarle el video aclarando que yo logre solucionar el problema que ellos provocaron, a lo cual respondió con tres emojis solamente.
Así fue como transcurrieron los 22 días previos a Volcano 100. Luego llegó el tan esperado día de la competencia, con mucha lluvia, agua, barro, viento y tierra, que hicieron que la travesía no fuera tan pesada, el video habla por si solo de lo que fue una de las competencias mas chuzas del país.