Siempre he pensado que no es malo hacer otro tipo de actividades deportivas distintas a la que uno esta enfocado. Mas que todo por el hecho de usar otros músculos que tal vez no se usan tanto y principalmente para salir un poco de la rutina. En mi caso, he venido corriendo una vez por semana (parte del programa de entrenamiento). Y en este caso, para el 2 de agosto, aprovechando que es feriado, me fui de romería corriendo.
Saliendo de Desamparados hasta la Basílica. Ya llevo haciendo esto varios años y este año no podía faltar. Podría decir que es la única fecha fija que tengo en mi calendario para correr. En total son 20kms, subiendo por carretera vieja. Este año el clima favoreció bastante, no hizo tanto sol y en Ochomogo no estaba lloviendo (milagrosamente).
Todos los años me va parecido, un par de minutos mas, un par de minutos menor. Y todos los años siempre termino un poco golpeado, mas que todo en las rodillas y las piernas. Este año fue un poco distinta la historia, si me dolían las rodillas, en especial la derecha, donde tengo una pequeña lesión que ya aprendí a vivir con ella (no es nada peligrosa, así me dijo el ortopedista). El dolor siempre empieza bajando hacia Taras, tanto golpe hace que los dolores tomen protagonismo.
Una vez que llegué a la Basílica, note que el cansancio no era como el de años anteriores, sino que era menor. Pareciera que la todos los kms recorridos en bicicleta tenían su recompensa también corriendo.