El fin de semana hubo un entrenamiento oficial de la ruta de los conquistadores. El entrenamiento fue dirigido por Román Urbina, el organizador del evento. La dinámica era llegar a Rostipollos de Escazú y de ahí salir a pedalear. Cuando llegamos Román dio una leve explicación de lo que podíamos esperar para ese día y uno que otro tip con respecto a la competencia. Yo nunca había ido a un entrenamiento de este tipo (por que hasta ahora estoy un poco mas metido en esto por obvias razones antes era mas recreativo y ahora la idea es terminar los 3 días de competencia).

La ruta era ya conocida para mi, aproximadamente un 80% ya lo había hecho unos cuantos años atrás, de hecho cuando compre mi primer 29, me llevaron a las eólicas (un poco conchos mis amigos). El sábado subimos a las antenas de Escazú por La Ventolera, luego de ahí bajamos a Salitral y de ahí a las eólicas por cuesta blanca. Los que conocen cuesta blanca saben lo que es esa cuesta y los que no conocen, les cuento que yo he visto automóviles que se quedan pegados y la calle es de asfalto.

Mientras íbamos subiendo Román iba cuidando a los cincuenta y resto de fiebres que andábamos pedaleando, mientras pasaba a la par iba dando tips para no ahogarse. Roman Urbina es una institución en el MTB y cualquier cosa que el diga es mas que bien recibida. Algo que me llamo la atención fue que nos recomendó alternar el pedaleo para tratar de evitar subir el ritmo cardiaco. Alternar pedaleo en el sentido de, en vez de estar siempre empujando el pedal hacia abajo, jalar el pedal para arriba (indispensable andar clips). De esta manera se usan otros músculos y se le da un respiro a los músculos que casi siempre usamos.

Como buen niño aplicado, trate de implementar la técnica, pero no fue tan exitosa como hubiera querido. Esa cuesta, a parte de ser una pared, no es buen parámetro para hacer pruebas. Cuando trataba de jalar el pedal, lo que provocaba era que la bicicleta se me levantara adelante. Probablemente mi posición no era la adecuada y de ahí la bicicleta tendía a levantarse. En fin, ya el dato esta ahí en la cabeza, ahora es cuestión de practicarlo mas para ponerlo en práctica.

Una vez en las eólicas tuvimos una leve asistencia y sesión de fotos (aunque solo una nos sacaron) y luego a bajar por “El Éxtasis”(así se llama, no se por que). Esta bajada estuvo bastante técnica, yo en lo personal soy muy cauteloso para bajar (por no decir otra cosa) aparte que por mi estatura y peso la bicicleta agarra mucha velocidad entonces los frenos son mis mejores amigos en las bajadas. Hubo secciones donde no había camino, un barranco borro del mapa un pequeño tramo y había que bajar con la bici al hombro.

Volvimos a llegar a Salitral y de ahí subimos hacía el Monasterio para ya luego llegar a Escazú otra vez. Al final fueron 40 kms con 1800m +/- de ascenso acumulado.

El análisis luego de la pedaleada

  1. Termine entero, no tan golpeado como hace unos cuanto meses atrás.
  2. No me sentí tan mal subiendo, si pare unas cuantas veces, pero al final lo logre y con un ritmo constante. Dato importante, a veces es mejor parar un par de minutos, descansar y seguir pedaleando que subir caminando, comprobado.
  3. La relación 1×11 (piñón 46) es buena, pero no tan buena como andar 2×11. Es un poco mas rápida lo que significa que hay que meterle mas piernas a la subida, y lo note con mis compas que andan 2×11. Ellos llevaban una cadencia mas rápida pero con una velocidad un poco menor. Y ahí me entro la duda si hubiera sido mejor idea montar un 2×11 que 1×11. Ya veremos en el futuro como nos va.
  4. Los compas con los que andaba fueron los mismos con los que fui cuando empecé a entrenar para La Ruta, y esa vez, honestamente, no se como llegue vivo. Hicimos un recorrido un poco mas suave y una distancia similar y la sufrí como no había sufrido hace mucho tiempo. Esta vez, fue otra la historia, inclusive ellos mismos me dijeron que me habían visto mucho mejor que aquella primera vez. Esta vez hasta me les pude pegar en un par de ocasiones subiendo, cosa que antes no sucedía. Por ahí dicen que el trabajo duro tiene sus recompensas, bueno, no se si en mi caso es trabajo duro, pero al menos la tarea la estoy haciendo y se van viendo los resultados, entonces parece que vamos por buen camino.

Este día mas que entrenamiento físico, fue un entrenamiento mental y un boost motivacional que ocupaba para seguir con la meta bien clara: TERMINAR LA RUTA DE LOS CONQUISTADORES.