Bueno, como parte de la preparación hacia la Ruta de los Conquistadores estaba hacer los 100K Rincón de la Vieja. Así como lo leen, 100 kilómetros, para que se hagan una idea, 100kms hay de Desamparados a Jacó por la 27. En carro, ese recorrido se puede hacer en hora y media, sin presa, un poco mas tal vez si es fin de semana. Esa distancia en bicicleta ya son palabras mayores, si es en ruta y dependiendo del terreno puede que sea un poco mas noble, pero si es MTB, es muy probable que no sea tan noble y que hayan un par de cuestas por ahí que hagan mas interesante el recorrido.

Esta carrera era mas que todo una prueba mental y aprender a manejar las emociones y a medir las fuerzas para mantener un ritmo constante, no quemarse por que la factura puede ser cara al final. Hay varios factores que tener en cuenta en este tipo de carreras. El clima, hay que analizar la zona donde se va a rodar e ir bien preparado, hidratación, comida etc. La altimetría del recorrido, es importante analizar esto para ver donde se puede rodar mas rápido para aprovechar esas bajaditas para ganarse unos segundos al final.

Días antes de la competencia, mi entrenadora me comentó que ella iba con todo un equipo de asistencia, que me podían ayudar en ese sentido, lo cual le voy a estar eternamente agradecido por que yo iba solo, mi plan era llevar todo conmigo para abastecerme durante la carrera y aprovechar en los puestos de asistencia con lo que daban ahí. El día antes de la carrera se organizó el equipo de asistencia. Cada ciclista daba un paquete para cada uno de los puestos de asistencia, entonces cuando llegábamos nada mas tomábamos lo que necesitábamos y seguíamos pedaleando. Yo nunca había hecho una competencia de mas de 40 kms y siempre utilizaba la asistencia que brindaban en el camino, pero nunca había experimentado este otro tipo de asistencia. En lo personal, fue lo mejor que me pudo haber pasado en la competencia. El hecho de saber que en cierto km había alguien que lo esperaba a uno y saber con que podía contar da una tranquilidad increíble. De igual manera si había que dejar algo, se podía dejar ahí con la seguridad de que nada iba a pasar.

Los primeros 20 kms, ya los había analizado y sabía que mucho era bajando y que iban a ser los kms mas rápidos de la carrera. De hecho en el primer puesto de asistencia que era a las 21kms no necesite cargar nada, solamente unas gomitas por que venían un par de cuestas interesantes.

Segunda asistencia a los 50 y resto kms. Ya ahí habíamos rodeado parte del Volcán Rincón de la Vieja. Ahí si tuve que cargar hidratante y carbomax. Ya para este punto habíamos pasado varios ríos y diferentes tipos de terreno que habían hecho interesante el recorrido. Para este momento todo iba bien, la cabeza no había molestado en ningún momento, y físicamente me sentía completo todavía. En ningún momento tuve que hacer un esfuerzo extra humano para tener que subir alguna cuesta. Íbamos bien. Para este puesto me alcanzó uno de los compañeros del equipo (si, eramos un equipo, me dí cuenta el día anterior con toda la logística para la asistencia que eramos un equipo). Mi compañero venia accidentando, tuvo una caída y andaba la pierna raspada y el zapato amarrado con un cordón por que se le cortaron los cierres y la única manera de cerrarlo era con un cordón. El equipo de asistencia limpió la herida, le pusieron una crema y lo curaron para que siguiera. Ahí me dí cuenta que tener ese tipo de asistencia en competencias así de largas es indispensable.

Seguimos camino al siguiente puesto a los 70kms. Para este punto tuve un problema estomacal que requería un servicio sanitario, por dicha había uno disponible. Mientras yo hacía lo que tenía que hacer, me llevaron la bicicleta para limpiarla un poco y engrasar la cadena por que venía con un sonido particular en el juego de centro. Cuando salí del baño, la bicicleta estaba lista y ya me habían cargado las botellas con lo que consideraba yo necesario en ese momento, parecía una película de de Hollywood donde todo sale a la perfección. Después de este puesto se venía lo mas duro de la competencia, era un ascenso de aproximadamente 9-10 kms, donde había un puesto de montaña inclusive, que no pude ganar por que pase como 3 horas después del que lo ganó, la próxima vez será.

Todo iba bien hasta el momento que empezaron los dolores estomacales en media cuesta. Yo sabía que la cuesta era bastante larga y después de eso había un descenso muy técnico hasta llegar al Rinconcito Logde donde erar el último puesto de asistencia a 20 kms de la meta. Yo nada mas quería llegar al puesto de asistencia y sentarme a descansar y esperar que el dolor se desapareciera solo.

Cuando llegué al último puesto de asistencia, puse la bicicleta en el suelo, me senté sobre ella y me pasó por la mente quedarme ahí y no seguir. El dolor era tanto y sentía una impotencia al no poder hacer nada. Las 2 chicas que estaban ahí (que no me acuerdo el nombre, pero eran parte del equipo de asistencia) fueron un par de ángeles para mi. Me preguntaron que me pasaba, que necesitaba, e inclusive me dieron una pastilla (buscapina), me acompañaron los minutos que estuve ahí pensando que hacía. Al hacer un recuento de todo lo que había recorrido, 80kms, faltaban solamente 20kms con un par de cuestas de asfalto bien considerables pero no tan extensas como la que había subido con dolor de estomago. Aparte del ese dolor, físicamente me sentía entero, no sentía dolor de piernas, en ningún momento sentí que las piernas ya no me daban, solamente era ese dolor estomacal. No podía tirar la toalla, ya lo mas duro había pasado y eran solo 20kms lo que me separaba de la meta. No era justo para mi tener que dejar la competencia cuando ya el 80% se había completado. Me puse de pie, tome un sorbo de agua, cargue las 2 botellas con hidratante, les deje el camel y le dí las gracias por toda la ayuda, me monte en la bicicleta, puse música y a pedalear, eran 20 kms, ya no faltaba nada, no podía dejarme por vencido así no mas.

Esos últimos 20 kms creo que fueron los que mas disfrute, el dolor desapareció minutos después, no se si fue la pastilla, la música o simplemente la motivación por completar uno de los retos mas grandes que me había puesto para este año. Recuerdo perfectamente que faltando un par de kms la emoción me gano y se me irritaron los ojos un poco, no tanto como cuando corrí mi primera maratón, pero el sentimiento era el mismo y hace tiempo que no lo experimentaba y me hacía falta para ser honesto.

Al cruzar la meta, le agradecí al de arriba por darme el privilegio de poder participar en estas actividades. Recogí la medalla (que no me quite en todo el día), me baje de la bicicleta y me comí unas frutas. Me tope a 2 compas que también la hicieron y llegaron aproximadamente una hora antes. Estos mismos compas fueron con los que hice Palmarin a inicios de año donde me habían sacado mas de hora y media y solamente en 45 kms. Si hacemos un analisis porcentual, no me fue tan mal la verdad.

Mi pronostico antes de la carrera era durar entre 8 y 9 hrs. Cualquier tiempo entre esas horas era bueno para mi, analizando otras carreras y entrenamientos, mis cálculos daban para esos tiempos. Al final dure 7:32, tiempo oficial, si quitamos los tiempos que se queda uno en los puestos de asistencia es mucho menos, pero al final fue un tiempo mucho menor al que esperaba hacer. En otras palabras ME FUE MUCHO MEJOR DE LO QUE ESPERABA. Y pensar que en un momento me paso por la mente la idea de no seguir por el dolor de estomago. Por dicha uno es bien cabezón y no me dí por vencido y el resultado sabe a gloria.

100k Rincón de la Vieja, nos veremos el otro año, tal vez 160k o mínimo 100 otra vez. De las carreras mas chivas que he participado. Si les gusta el MTB, tiene que hacerla.